lunes, 15 de julio de 2013

En Venezuela, un carro usado vale más que uno nuevo... ¿Inversión?


Desde hace dos años comprar un vehículo nuevo en los concesionarios venezolanos es una ‘misión imposible’. La dependencia del sector automotor del acceso a dólares para la compra de autopartes y vehículos ha ralentizado drásticamente la producción, sobre todo durante el 2013.

Según la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), entre enero y junio en Venezuela se han producido 36,39 por ciento menos vehículos que en los primeros seis meses del 2012 y, si se compara con junio del año pasado, la producción nacional ha caído 45,46 por ciento.

El presidente de la Cámara de Concesionarios, José Sanabria, aseguró a la prensa local que durante los últimos cinco años en el país se han dejado de ofrecer 1,2 millones de vehículos por la escasez de divisas y por la falta de licencias de importación por parte del Gobierno. Y es evidente: los concesionarios en el país lucen como cajas de cristal vacías.

Pero el cuadro es aún más complejo, pues esta situación –además de la siempre creciente inflación del país, que este año ya acumula 25 por ciento– ha generado una fuerte ola especulativa con los vehículos, que fuera de los concesionarios sí logran conseguirse pero dos y tres veces por encima del precio del concesionario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario