miércoles, 10 de octubre de 2012

Consejos para que no nos roben el auto




En la medida de lo posible, estacionar en lugares vigilados

Esta primera medida es tan fácil como imposible de realizar en algunas ocasiones, pero por lo general y como tendencia deberíamos buscar el mejor lugar posible para dejar nuestro auto y desconfiar bastante si cuando vamos a estacionar observamos que todos los coches de nuestro alrededor presentan signos de haber sido forzados o si en vez de asfalto encontramos una alfombra de cristalitos verdes.

Cerrar siempre el auto y guardar las llaves

Si el vehículo tiene puertas y ventanas, es por algo. Antes de abandonar el auto, comprobar incluso accionando alguna manilla que tanto puertas como ventanas han quedado efectivamente cerradas y guardar las llaves inmediatamente y de forma discreta en un lugar seguro, mejor en el bolsillo del pantalón que en la chaqueta o el bolso. Y sobre todo, hacerlo siempre, ya que por breve que sea nuestra ausencia, un ladrón bien entrenado nos puede robar el carro en cuestión de segundos.

Mantener la documentación a buen recaudo

Dejar los papeles dentro del auto es casi como regalar nuestro vehículo al primero que pase por ahí. En ese sentido, vale la pena recordar que es legal circular con fotocopias de toda la documentación (permiso de conducir, permiso de circulación y tarjeta técnica del vehículo) siempre que estén debidamente cotejadas por un notario o por algún organismo oficial como Tráfico, por ejemplo.

Viajar siempre con las puertas bloqueadas

Los semáforos son lugares perfectos en los que cualquier ladrón puede abrir una puerta de nuestro carro y hacerse con bolsos y maletines en cuestión de segundos sin que tengamos tiempo de reaccionar. Si nos acostumbramos a viajar con las puertas bloqueadas, se lo pondremos más difícil a quienes pretendan robarnos en el camino.

Hacer caso omiso de “gente que nos avisa”

Claro, que de nada servirá viajar con las puertas bloqueadas si las abrimos a la primera ocasión que se presente. Es un truco muy típico ese de llamarnos la atención con cualquier excusa (desde un elaborado “llevas una rueda pinchada” hasta un simple “oye, oye”) para que mientras desviamos la mirada alguien nos desvalije. 

Al tanto cuando cargamos y descargamos

Los llamados descuideros operan en muchos parkings de hipermercados, cuando estamos batallando con el carro de la compra, las bolsas y otras distracciones. En estos casos, conviene estar alerta y si alguien entabla conversación con nosotros y no podemos hacernos los locos, más vale cerrar el maletero y el coche entero hasta que el riesgo haya pasado. Si nuestro desconocido interlocutor no era más que una persona con ganas de cháchara, se le quitarán las ganas de hablar. Y si llevaba otras intenciones, irá a buscar a otro conductor más incauto que nosotros.

No dejar nada a la vista

Nada de nada. Ni siquiera una triste chaqueta ni mucho menos una bolsa con un misterioso contenido en su interior. Lo que para nosotros es un artículo de poco valor puede parecer un suculento botín a cualquiera que lo vea desde el exterior, así que lo mejor es dejar el carro sin nada a la vista que pueda llamar la atención. Y si hay que dejarlo, una buena manera es prever esa circunstancia y pasar lo que sea al maletero antes de llegar a nuestro punto de destino. Lo mismo se podría aplicar a aquellos casos en los que, por ejemplo en un centro comercial, hemos cargado el auto de bolsas de compras pero queremos volver a las tiendas. 

Montar tornillos antirrobo en las ruedas

Para hacer más difícil que nuestro auto amanezca asentado sobre cuatro ladrillos, puede ser una buena medida montar un tornillo antirrobo en cada rueda. Al fin y al cabo, quienes quieran robarle los zapatos a nuestro coche tendrán que operar con rapidez, por lo que no les interesará demasiado un coche que les opone dificultad. Y sí, el adaptador del tornillo deberá ocupar un lugar algo más pensado que la guantera del coche. Elegir un escondrijo es una buena ocasión para poner a trabajar la imaginación.

Instalar un localizador GPS

De acuerdo, un localizador por GPS no va a evitar que nos desaparezca el auto, pero sí que nos puede servir para gestionar con mayor celeridad la recuperación de nuestro vehículo. Lógicamente, el localizador tiene que estar conectado permanentemente y ubicado de forma estratégica para evitar que cualquiera pueda deshacerse de él.

Dicho de forma clara: si nos tienen que robar, nos robarán, pero al menos no demos facilidades a los ladrones.

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