lunes, 24 de junio de 2013

¿Por qué hay tantos carros… y por qué son tan caros?



No importa la hora ni la calle, el espectáculo siempre es el mismo: filas y filas de carros. “Cada vez hay más”, dijo un taxista. Pero no es así. Según Favenpa, el parque automotor ronda los cinco millones de unidades desde hace dos lustros y se está erosionando. La tasa de desincorporación excede la de carros nuevos. Venezuela, desde el boom industrial de los años 60, tiene un vehículo por cada siete habitantes. Eso no ha cambiado, pero la población crece y la infraestructura vial —especialmente la urbana— es en esencia la misma. 


¿Conclusión? Se ven más carros porque las vías se saturan y pauperizan.

¿Cómo, en época de crisis, hay quienes pueden pagar las sumas exorbitantes que piden por un “último modelo”? En realidad no es ni lo uno, ni lo otro. Comprar uno de paquete en Venezuela, a diferencia de otros países, no lo determina la sola necesidad de transporte. Este es de los poquísimos países donde no es un bien de consumo, sino una inversión. 

Considerando solo el factor “transporte”, el tamaño natural del mercado supera las 400mil unidades/año. Añadir a quienes invierten daría un mercado muy superior a 500mil vehículos. 

Cada carro nuevo tiene cinco posibles compradores y su fabricante debe respetar el precio homologado por el Ministerio de Industrias Ligeras. A partir de allí se lo quedará quien pague más y nace un mercado negro que solo beneficia al intermediario, nunca al fabricante y pocas veces al concesionario. Se habla de imponer leyes para reglarlo, pero la verdadera solución es permitir que aumente la oferta.

Una matriz de opinión denota el alto margen de ganancia de un vehículo nuevo, pero este es más bajo de lo que se cree. Solo los muy caros podrían superar el 20%. El precio oficial incluye impuestos como IVA y de nacionalización, almacén, fletes, etc. También incluye cargas laborales.

Si el gobierno otorga divisas para ensamblar ¿por qué el precio final se parece al del mercado de origen multiplicado por el dólar “negro”? Ciertamente, 65% de las piezas se pagan vía CADIVI, pero al comprar no se recibe solo un montón de piezas; estas fueron desempacadas, limpiadas, armadas, probadas, facturadas, pintadas, etc. Ninguno de esos valores agregados lo cubre CADIVI e igual pasa con los costos de venta, publicidad, entrenamiento, administración, etc.

Fuente: revista-climax.com

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