Control de Crucero automático para evitar las multas

El estrés profesional y la creciente densidad del tráfico exigen su tributo: No llegar a tiempo para la próxima reunión, el carro que circula por delante de usted no se aparta del camino con la celeridad suficiente y no ha podido ver el dispositivo de control de distancias en el puente.

Aunque los compromisos laborales y/o sociales imponen un ritmo cada vez más acelerado, en Europa en el mes de mayo aumentaron las multas por no mantener la distancia adecuada respecto al vehículo que va delante. Si se conduce a 100 km/h y se mantiene una distancia inferior a los 15
metros en relación al carro que circula adelante, se le puede retirar, incluso, el permiso de
conducir durante un mes.

Para evitar tales consecuencias,  Bosch reduce ese riesgo con uno de sus asistentes al conductor como lo es el Adaptive Cruise Control (ACC), que proporciona un modo de conducir seguro y relajado en trayectos largos. Varias investigaciones han demostrado que el número de conductores con una distancia hacia el vehículo delantero excesivamente corta o, incluso, peligrosa se reduce hasta en un 70 % con el sistema ACC. Este asistente mejora la seguridad vial y reduce la posibilidad de tener que pagar multas. Además, el uso consecuente del ACC reduce el
consumo de combustible.

El ACC no sólo regula automáticamente la velocidad del vehículo, también la adapta a la velocidad del vehículo que circula por delante, reduciendo la aceleración o, incluso, utilizando los frenos de forma independiente. El conductor fija tanto la velocidad como la distancia que quiere mantener respecto al vehículo que circula por delante y el sistema mantendrá los valores regulados, siempre que el tráfico lo permita.

Al igual que en los otros sistemas de control de crucero, el conductor siempre puede intervenir y superar la regulación ACC. La función ya está disponible para muchos modelos nuevos y en la mayor parte de segmentos. Además de “ACC”, lo llaman también “regulación automática de la distancia” o “Distronic”.

Cuánto más denso sea el tráfico, más cansa conducir. Pero si se tiene la distancia correcta hacia el
vehículo que circula por delante se gana espacio que ayuda a relajarse. El ACC de Bosch controla mediante un sensor el área delante del vehículo. Con las señales reflejadas, el sistema calcula la dirección, la distancia y la velocidad relativa de los vehículos que circulan por delante. Si se detecta un vehículo que circula a menos velocidad en el mismo carril, el sistema adapta la velocidad de tal manera que se mantiene la distancia deseada. Para ello, el ACC reduce el par del motor o frena el vehículo, dependiendo de la situación concreta. También en curvas puede identificar qué vehículo es el que se tiene que tomar en cuenta para la regulación de la velocidad. Cuando en el área de medición no se encuentra ningún vehículo, el ACC acelera otra vez el vehículo automáticamente hasta alcanzar la velocidad previamente definida.

El ACC está concebido como sistema de confort. La fuerza de la aceleración y de la intervención en los frenos se ha limitado conscientemente. Por eso, el conductor tiene que mantenerse siempre atento, a pesar del apoyo del ACC. Él sigue siendo el responsable de la conducción y debería adaptar su estilo de conducción a las condiciones climáticas y de la carretera.