Bateria
Las temperaturas extremas afectan el desempeño de la batería: mañanas heladas o veranos súper calientes, por lo que debes revisarla según las especificaciones del fabricante o del manual del auto. Cosas que descargan la batería incluyen: poco uso –enciende el auto regularmente así no lo manejes – dejar las luces encendidas o conectar muchos accesorios al sistema eléctrico. Haz revisar la batería con cada revisión anual.
Daños a las ruedas o llantas
¡Como fastidia un pinchazo! Así sea común o simple de resolver, resulta igual de peligroso si se revienta una rueda en plena carretera. No siempre es fácil evitar un reventón, pero las posibilidades aumentan si las ruedas están mal infladas. Revisa regularmente todas las llantas, incluyendo la de repuesto, que estén infladas a la presión correcta. Conoce dónde y cómo cambiar las ruedas en tu auto particular.
Limpiaparabrisas que no limpian
Otro desperfecto fácil de evitar pero que puede dejarte "ciega" en una carretera con lluvia. Las gomas gastadas de los limpiaparabrisas los hacen inútiles; no son muy costosas de cambiar y de no hacerlo arriesgas que se raye el vidrio en sí y causes un peor daño. Cuando veas que no hacen contacto, cambia las gomas. Consumer Reports recomienda hacerlo cada seis meses y llevar un repuesto en el maletero.
Fusibles quemados
Pueden dejarte sin luces o desconectar otros sistemas críticos, por ejemplo, los frenos antibloqueo. Un fusible quemado puede indicar problemas eléctricos mayores por lo que debes hacer revisar todo el sistema enseguida. Mientras, para llegar segura al taller, lleva una selección de fusibles de repuestos y conoce dónde se cambian.
Pérdida de liquidos
Los daños mecánicos de perder líquidos vitales pueden ser catastróficos y las reparaciones resultar carísimas y peligrosas. Saldrás mejor si evitas estas situaciones. Observa si hay goteo de líquidos en el suelo allí donde sueles estacionar y sobre todo, hazlos revisar con la regularidad recomendada en el manual de propietario.
Ruptura de alguna banda
Estas correas conectan varios mecanismos entre sí y si se rompen pueden causar grandes estragos, como por ejemplo desconectar la bomba de agua o el alternador, y se rompen básicamente por desgaste o exceso de uso. Evítalo reemplazándolas a tiempo – usualmente se reemplazan cada 60 mil millas. Hazlas revisar si escuchas chirridos mientras manejas o notas que están lasas o flojas.
Perder las llaves o dejarlas dentro del auto
Tener un lugar concreto para guardar las llaves, un bolsillo específico en el bolso, etc., ayuda a reducir riesgos de dejarlas dentro del auto. Acostúmbrate a nunca dejar las llaves pegadas – de paso evitas tentar a los ladrones – y usa la llave de "valet" cuando lo dejes en un estacionamiento. Lleva una copia de repuesto en tu billetera o si prefieres, deja una copia con un vecino o un familiar que pueda socorrerte. Los clubs de automovilista y asistencia de carretera ofrecen este servicio de socorro y hay fabricantes que tienen sistemas remotos (por GPS) de abrir el auto con solo llamar por teléfono.
Quedarse sin gasolina
Ese sí que depende únicamente de ti. No corras riesgos innecesarios. Igual tendrás que gastar el dinero, mejor que sea antes que tarde. Si te pasa a menudo, lleva un envase aprobado de transportar gasolina, vacío, y aprende a socorrerte tu misma. En muchos estados quedarse sin gasolina es causal de una multa.
Las temperaturas extremas afectan el desempeño de la batería: mañanas heladas o veranos súper calientes, por lo que debes revisarla según las especificaciones del fabricante o del manual del auto. Cosas que descargan la batería incluyen: poco uso –enciende el auto regularmente así no lo manejes – dejar las luces encendidas o conectar muchos accesorios al sistema eléctrico. Haz revisar la batería con cada revisión anual.
Daños a las ruedas o llantas
¡Como fastidia un pinchazo! Así sea común o simple de resolver, resulta igual de peligroso si se revienta una rueda en plena carretera. No siempre es fácil evitar un reventón, pero las posibilidades aumentan si las ruedas están mal infladas. Revisa regularmente todas las llantas, incluyendo la de repuesto, que estén infladas a la presión correcta. Conoce dónde y cómo cambiar las ruedas en tu auto particular.
Limpiaparabrisas que no limpian
Otro desperfecto fácil de evitar pero que puede dejarte "ciega" en una carretera con lluvia. Las gomas gastadas de los limpiaparabrisas los hacen inútiles; no son muy costosas de cambiar y de no hacerlo arriesgas que se raye el vidrio en sí y causes un peor daño. Cuando veas que no hacen contacto, cambia las gomas. Consumer Reports recomienda hacerlo cada seis meses y llevar un repuesto en el maletero.
Fusibles quemados
Pueden dejarte sin luces o desconectar otros sistemas críticos, por ejemplo, los frenos antibloqueo. Un fusible quemado puede indicar problemas eléctricos mayores por lo que debes hacer revisar todo el sistema enseguida. Mientras, para llegar segura al taller, lleva una selección de fusibles de repuestos y conoce dónde se cambian.
Pérdida de liquidos
Los daños mecánicos de perder líquidos vitales pueden ser catastróficos y las reparaciones resultar carísimas y peligrosas. Saldrás mejor si evitas estas situaciones. Observa si hay goteo de líquidos en el suelo allí donde sueles estacionar y sobre todo, hazlos revisar con la regularidad recomendada en el manual de propietario.
Ruptura de alguna banda
Estas correas conectan varios mecanismos entre sí y si se rompen pueden causar grandes estragos, como por ejemplo desconectar la bomba de agua o el alternador, y se rompen básicamente por desgaste o exceso de uso. Evítalo reemplazándolas a tiempo – usualmente se reemplazan cada 60 mil millas. Hazlas revisar si escuchas chirridos mientras manejas o notas que están lasas o flojas.
Perder las llaves o dejarlas dentro del auto
Tener un lugar concreto para guardar las llaves, un bolsillo específico en el bolso, etc., ayuda a reducir riesgos de dejarlas dentro del auto. Acostúmbrate a nunca dejar las llaves pegadas – de paso evitas tentar a los ladrones – y usa la llave de "valet" cuando lo dejes en un estacionamiento. Lleva una copia de repuesto en tu billetera o si prefieres, deja una copia con un vecino o un familiar que pueda socorrerte. Los clubs de automovilista y asistencia de carretera ofrecen este servicio de socorro y hay fabricantes que tienen sistemas remotos (por GPS) de abrir el auto con solo llamar por teléfono.
Quedarse sin gasolina
Ese sí que depende únicamente de ti. No corras riesgos innecesarios. Igual tendrás que gastar el dinero, mejor que sea antes que tarde. Si te pasa a menudo, lleva un envase aprobado de transportar gasolina, vacío, y aprende a socorrerte tu misma. En muchos estados quedarse sin gasolina es causal de una multa.
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