Los neumáticos baratos pueden parecer un gran negocio cuando los compras, pero en muchos casos solo trae más problemas de los beneficios que pueda traer. Aparte de esto, hay ocasiones en que no es el neumático el que causa los problemas, sino el conductor. A continuación se dan los problemas más comunes con los que podemos encontrarnos cuando compramos unos neumáticos baratos y porque pueden estar ocurriendo.
Fugas
Neumáticos que tienen la presión baja, pueden rápidamente traernos problemas. Independientemente de si son neumáticos caros o baratos, se debe mantener un control y un mantenimiento regular. Estas fugas pueden provenir de un sistema de válvulas defectuoso o un objeto calvado en el neumático. Lo segundo no es cuestión de precios, pero el primero puede ser evitado si hacemos una simple revisión. Si compramos un neumático barato, no es mala idea echar un vistazo a las válvulas e intentar detectar algún tipo de fuga.
Alineación
Conducir tu vehículo si las ruedas no tienen una buena alineación, puede causar que las ruedas se desgasten y al final comprometan nuestra seguridad y el correcto funcionamiento de la conducción. De nuevo, esto no tiene que ver mucho con el precio, pero unos neumáticos baratos pueden responder de manera distinta a este desgaste. Es aconsejable hacerle un equilibrado por lo menos una vez al año, o si detectamos que la dirección no va como debería.
Negligencia
Los neumáticos baratos, lo caros, y prácticamente cualquier elemento de un automóvil, necesitan algún tipo de cuidado para que tenga una vida lo más larga posible, ya sea un auto nuevo o un auto de segunda mano. Una pequeña y sencilla práctica nos puede evitar muchos problemas y finalmente dinero. Cuando vayas a echar gasolina, chequea la presión de las ruedas. Si no lo quieres hacer en todas las ocasiones puede hacerlo una vez si y otra no. Es cuestión de unos pocos minutos y los beneficios son muy grandes. Te asombrarías lo que puede hacer las inclemencias del tiempo con la presión de los neumáticos, sobre todo se conducimos en invierno. Lo mismo ocurre cuando vamos a conducir en verano con las altas temperaturas. Muchas veces le damos la culpa a los neumáticos, pero realmente son nuestras negligencias.
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