Pirelli lleva a cada Gran Premio 1.800 neumáticos, pero la suerte de estas cubiertas se controla desde mucho antes que lleguen al circuito.
Los neumáticos de cada carrera se fabrican en una producción específica para cada Gran Premio en la fábrica de Izmit, localizada a las afueras de Estambul, capital turca. Durante el proceso de producción, cada neumático cuenta con un código de barras, otorgado por la FIA, que actúa como “pasaporte” del neumático. Este código, que se incrusta durante el proceso de vulcanización y no puede extraerse, contiene todos los detalles de cada neumático, haciéndolo trazable durante el fin de semana para el software de Pirelli RTS (Sistema de Neumáticos de Competición), que puede leerse y actualizarse con todos los datos.
Durante los Grandes Premios de Europa, los neumáticos se trasladan desde Turquía al centro de distribución y logística en Didcot, en el Reino Unido. Una vez allí, un inspector de la FIA recibe un listado con los códigos de barras relacionados con los compuestos que se trasladarán a la siguiente carrera. La FIA otorga, de forma aleatoria, los códigos de barras – y por lo tanto los neumáticos – a cada uno de los equipos. Pirelli no se involucra nunca en ese proceso, por lo que no tiene ninguna influencia sobre los juegos de neumáticos que se otorgan a cada equipo. Sin embargo, cabe destacar que todos estos superan un estricto control de calidad para asegurar que todas las unidades producidas en Izmit son idénticas.
Una vez en el circuito, los neumáticos se distribuyen a los respectivos equipos, siguiendo la lista preparada por la FIA. De ese modo, la FIA y Pirelli se aseguran que los neumáticos son asignados a los equipos correctos.
Cada equipo cuenta con un ingeniero de Pirelli, que trabaja durante todo el año con ellos. Sin embargo, la base de datos que cada ingeniero prepara permite a dicho ingeniero consultar únicamente los datos de su equipo, evitando comprometer de ese modo las estrategias individuales. Los datos del desarrollo de las carreras son revisados por los ingenieros en jefe de Pirelli, que controlan toda la información para ayudar al equipo de investigación en su labor de crear una nueva generación de neumáticos.
Tal y como apunta Paul Hembery, responsable de Pirelli Motorsport: “Incluso si lo quisiéramos – que no – no podríamos influir en cuáles neumáticos recibe cada equipo, ya que es un trabajo del que se responsabiliza únicamente la FIA, desde que los neumáticos dejan Izmit. Es tan sólo una medida de imparcialidad con los equipos, lo cual es una de las prioridades de Pirelli como proveedor único. El método de trabajo de nuestros ingenieros también asegura la máxima confidencialidad, que es siempre de suma importancia”.
CUENTA ATRÁS HACIA EL GRAN PREMIO:
Previo al Gran Premio:
· Pirelli, con la aprobación de la FIA, selecciona los neumáticos para una carrera, un compuesto más duro y otro más blando.
· Se inicia la producción de neumáticos específicos en la fábrica de Izmit. Para cada carrera se fabrican aproximadamente unos 1.800 de Fórmula Uno, y en caso de que sea necesario para el circuito, 700 para GP2 y 600 para GP3.
Dos semanas antes del Gran Premio:
· En la temporada europea, los neumáticos se trasladan a Didcot: un viaje de aproximadamente 3.100 kilómetros desde Turquía, que dura tres días.
· Los neumáticos llegan a Inglaterra, dónde se escanean los códigos en el Sistema Pirelli. La FIA recibe la información sobre los códigos de barras.
· Por sorteo, la FIA asigna esos códigos a cada equipo. A partir de ese momento, el equipo selecciona esos códigos y se cargan en siete camiones para ser transportados a cada Gran Premio (cuarto camiones para F1, tres camiones para GP2 y GP3).
Una semana antes del Gran Premio:
· Los camiones dejan Didcot, llegando al circuito el lunes antes de la prueba. Los 18 montadores organizan el área de montaje y la FIA confirma los códigos de barras de nuevo.
Cinco días antes del Gran Premio:
· Los montadores inician su trabajo: un montador experimentado tarda 2,5 minutos en montar un neumático en su rin. Para todas las unidades que se usan en un fin de semana requieren dos días. Los equipos son propietarios de los rines y las llevan a Pirelli para que armen el conjunto.
Durante el fin de semana del Gran Premio:
· Las regulaciones deportivas determinan que se debe devolver un juego de los neumáticos más duros tras la primera sesión de entrenamientos, y otro del más blando y uno del más duro antes del inicio de la tercera sesión de entrenamientos. Asimismo, otros dos juegos de los compuestos más blando y uno del más duro deben ser devueltos antes de la ronda de clasificación. De ese modo, cada piloto cuenta con seis juegos de neumáticos para pista seca (tres juegos de cada compuesto disponible) para de la ronda de clasificación y para la carrera.
· Los neumáticos que se devuelven son retirados de los rines y estos son devueltos a los equipos.
Luego del Gran Premio:
· Los neumáticos restantes, usados y nuevos, son sacados de los rines y transportados de vuelta a Didcot. A su llegada, los compuestos son transportados a una planta especializada en la que son triturados y quemados a altas temperaturas para producir combustible para fábricas de cemento. El material resultante también puede usarse como parte del asfalto y en otras aplicaciones industriales.
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