Mientras en el Salón de Tokio Toyota presenta el FCV, la arremetida del uso de hidrógeno como combustible del futuro para la industria del automóvil tiene un excelente embajador en el Salón de Los Angeles 2013 con el Tucson Fuel Cell.
Las ventajas de este tipo de combustible, generador de sólo vapor de agua, es parte de una estrategia de corto y largo plazo en la que la marca coreana ha decidido tomar mayor protagonismo. En efecto, el desarrollo de la tecnología para la pila de hidrógeno que utiliza el modelo dio sus primeros pasos en el año 1998.
El Tucson Fuel Cell está equipado con un motor eléctrico de 136 Hp y puede alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h. Cuenta con dos tanques de almacenamiento de hidrógeno, ubicados entre el eje trasero del vehículo, con una capacidad total de 5.64 Kg que le permiten recorrer un total de 594 kilómetros con una sola carga. Además, ésta es sumamente práctica ya que solo necesita dos minutos para llenar sus tanques.
El plan piloto lo hace bajo una más que interesante estrategia de lanzamiento para Estados Unidos. Entregando 2,999 dólares, y pagando una cuota mensual de 499 dólares, se tendrá acceso durante tres años de un Tucson alimentado por hidrógeno. Además, el costo de cada recarga será financiada por la marca. Todo, sin duda, tiene directa relación con el desarrollo de la red de Hidrogeneras (estaciones de servicio de hidrógeno), que hoy alcanzan a un total de 10 en el grán país del norte.
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