Si tu auto cuenta con seguros eléctricos, seguramente te has preguntado ¿cómo trabaja ese peculiar aditamento de comodidad, que evita que estires tu brazo a cada puerta para poderle abrir a tus pasajeros?
Este mecanismo actualmente se encuentra en la mayoría de los vehículos, generalmente en versiones equipadas. Sin embargo, para funcionar miles de veces en el periodo de vida de un automotor, su sistema se ha perfeccionado y actualmente es muy confiable.
Por su parte, el modo para abrir o cerrar dichos seguros varía de un auto a otro. Puede ser jalando la perilla en el interior de la puerta, a través de un botón en el tablero central o puertas, con un control remoto y mediante una cerradura de combinación estando fuera de la unidad.
Dentro de las puertas existe un aparato que hace toda la “magia” de abrir y cerrar, se le conoce como actuador. Se ubica por debajo de la cerradura enganchado a ésta por medio de una varilla; al mismo tiempo que otra varilla conecta el cerrojo con la manija de apertura. Además de lo anterior, el actuador se encuentra conectado a la toma de energía para poder funcionar.
Aunque suene obvio, al momento de que el actuador mueve el cerrojo hacia arriba, se conecta la manija de la puerta para abrir la puerta. Cuando el actuador mueve el cerrojo hacia abajo se desconecta el mecanismo de apertura.
Ahora te preguntarás ¿cómo funciona un actuador?
Este dispositivo trabaja de una manera muy simple. Un pequeño motor eléctrico con movimiento rotativo transmite esa oscilación a una serie de engranes, los cuales se conectan a un rack que transforma dicho movimiento en uno lineal que se desplaza hacia arriba y hacia abajo para impulsar el cerrojo.
Existen diferentes tipos de actuadores no obstante el funcionamiento de cada uno es muy similar.
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