André Citroen nació en Paris el 5 de Febrero de 1878, y murió el 3 de Julio de 1935 creó un imperio industrial cuyos productos cambiaron de forma radical el concepto del motor, y cuyos autos han generado un gran seguimiento a nivel mundial.
Citroen comienza en el año 1913 haciendo simplemente piezas y repuestos, pero con la llegada de la guerra en 1914, se dedica a la producción de munición para el gobierno francés. En 1919, Citroen empieza a fabricar motores, y en cuestión de un año ya estaba vendiendo 100 autos al día.
Como jefe principal de sus múltiples factorías, cuidaba mucho el bienestar de sus trabajadores, dando seguros médicos y dentales, instalando gimnasios en las factorías, y dando servicios de atención para los hijos de los trabajadores.
Realizó una innovación en el campo de la publicidad como por ejemplo, iluminando la torre Eiffel con su nombre y logo. Construyó varias factorías en Bélgica, Alemania, Inglaterra e Italia para evadir los altísimos impuestos de importación de sus productos.
En 1933 comenzó a desarrollar un nuevo auto revolucionario, el Traction Avant. Después de la segunda guerra mundial, la producción de autos era muy lenta ya que la visión del gobierno de aquel entonces, era que los recursos existentes debían ser desviados a necesidades más esenciales. Esto fue solucionándose aunque no sin ciertas restricciones que supuso unos tiempos malos para los fabricantes de automóviles.
En los años posteriores a la guerra, los franceses compraban autos franceses casi exclusivamente, los italianos autos italianos. En el caso del Reino Unido, un número de fabricantes extranjeros tenían factorías implantadas en este país, como era el caso de Ford y por supuesto, Citroen.
Con el paso del tiempo se formó la EEC y las barreras fiscales empezaron a caer. Los fabricantes Japoneses entraron en el mercado de una forma aplastante, y como respuesta, los fabricantes Europeos internacionalizaron sus productos y comenzaron asociaciones con viejos rivales. Esto produjo cierta una perdida de identidad en algunos modelos. Esta crisis no pasó desapercibida para Citroen y quedó en una posición algo vulnerable, pero permaneció independiente, y consiguió salir produciendo al mismo tiempo varios automóviles innovadores y de éxito.
Citroen permanece hoy como una de las marcas más populares y potentes en el mercado con una gran variedad de modelos de todo tipo y todos los gustos.
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